“Haces lo que sabes o sabes lo que haces” solía decir Fernando Bañón cuando pasaba a revisar el taller que había dejado en manos de sus dos hijos menores. Desde 1954 en tapicerías Bañón tienen claro qué es lo que saben hacer. Fernando Bañón, que empezó como aprendiz a la temprana edad de 15 años en un taller de tapicería, llevaba el gusto por la tapicería en la sangre, provenía de una familia de 8 hermanos con una larga tradición en el trabajo con la madera: tapiceros, ebanistas, modistas… El fin de cualquier aprendiz era formarse como artesano y montar en un futuro su propio negocio.